¡PARA TI Y POR TI, MUJER!
(Ro.8:31,
Pr.31:25, 30,31)
Mi
amada mujer, valiosa y hermosa
más
que piedra preciosa.
Fuiste
creada por mi propia mano,
ayer,
hoy y siempre te amo.
Te
quiero sostener, defender y
guiar
con mi mano.
Mujer
diseñada para ser columna fuerte,
para sustentar, rodear, ayudar y amar.
Con
un corazón tan sensitivo y frágil,
para ser tratada como vaso frágil.
Amada
princesa, Yo siempre te he dado
en mi corazón,
una posición y especial lugar,
aunque
a veces han pretendido darte,
un inferior lugar.
Mi
preciosa paloma, mi preciosa varona:
Eres
digna de ser amada,
digna
de ser respetada,
digna
de ser honrada.
En
la cruz gane esto y mucho más para ti
en la cruz demostré mi amor por ti.
Levántate
mujer preciosa, muestra tu rostro,
que se escuche tu voz en estos tiempos,
pues
de fuerza y honor te revisto hoy.
Para
ti y por ti estoy Yo,
levántate
solo en mi temor,
pues
la mujer que teme al SEÑOR,
¡esa
será alabada, esa será exaltada!
Mi
valiente mujer, en las puertas de la ciudad
te
alabaran por tus hechos,
pues
solamente unida a Mí,
realizaras
grandes hechos.
Mujer
virtuosa, mujer victoriosa,
tú
Dios está para ti y tú Dios está por ti,
entonces, ¿Quién contra ti?
¡Conmigo,
eres más que vencedora!
Hoy
y siempre te digo:
¡Estoy para ti y por ti, mujer,
JESUCRISTO
TU SEÑOR!
Rosaura Eunice Gaitán de Swanson
Santiago de
Cali, Marzo 8 de 2007